top of page

¿Cuál es tu Misión en la Vida?

  • pgeovy
  • 24 jul 2024
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 25 jul 2024

Por Psicóloga Teresa Sanga Tomasevic

You tube @psicologateresasanga

Colaboradora de la RED PSICÓLOGOS POSITIVOS DIGITALES “Cuenta Conmigo”





 «La vida es una oportunidad para encontrar nuestro propósito y cumplirlo” Víctor Frankl

Mi misión es ayudarte a desarrollarte como persona, pero de manera integral, desde la psicología y la fe, de una psicología a la luz de la fe, pero esto no siempre ha sido así. Hoy en día, le encuentro un gran propósito a mi vida que me ha permitido desarrollar mi proyecto de vida, y esto es lo que quiero compartir contigo.

Para la vida de fe y la psicología, el proyecto de vida es sumamente importante. Quien primeramente señaló esto en el ámbito de la psicología, apartándose así del psicoanálisis y creando la Logo Terapia o terapia del sentido de la vida, ha sido Víctor Frankl, sobreviviente del holocausto de la segunda guerra mundial. Justamente en los campos de concentración, él observar que, a pesar de las mismas circunstancias, solo sobrevivían quienes le encontraban sentido a la vida. Como él bien lo dice La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino sólo por falta de significado y propósito”

En primer lugar, para conocer tu proyecto de vida, tienes que definir tu identidad y tus creencias, o sea quién eres y qué crees, porque no es lo mismo pensar en la misión con relación a una persona que no cree en nada a una persona que cree. Si tú crees en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, todo lo que hagas va a ser una respuesta a un llamado de Dios y esto no es cualquier cosa, es jugarse completamente la vida en esa misión, es un gran proyecto de vida desde Dios.  Y cuando Dios llama, nos da una misión. Etimológicamente, misión viene del latín “misio” y quiere decir “envío” con un mandato, con un “encargo”, o sea, algo para hacer, y una característica de la misión es que es posible solo si tú decides aceptarla. Para todo creyente, esta misión es el mandato misionero de evangelizar hasta el fin de los tiempos, en el Amor y en Santidad. Y la Iglesia por ejemplo nos propone tres modos o vocaciones de vivir el Amor: el matrimonio, la vida consagrada o la soltería.

Ahora, para una persona no creyente, su proyecto o misión también es en general responder al llamado a la Vida y al Amor, aunque en realidad no sepa Quién le hace este llamado. Todos por el hecho de estar aquí hemos recibido ese llamado a vivir y a transformar el mundo para el bien de nuestros semejantes, de manera que el mundo sea mejor con nuestro granito de arena luego de nuestro paso por aquí.

Pero además de este proyecto en general para todos nosotros, cada uno tiene una misión o proyecto de vida específico, y aquí entra un poquito más en juego la parte psicológica.   Veremos aquí ciertas pistas para descubrir nuestro proyecto de vida. Este proyecto tiene que ver en primer lugar, con nuestras creencias y con nuestros valores, ¿yo no puedo descubrir mi misión específica si yo no respondo a las preguntas “¿En qué creo? ¿Cuáles son mis valores?” porque esa misión específica va a ser una respuesta, una forma de vivir aquello en lo que yo creo. Entonces por empezar, tengo que estar claro en esto.  

En segundo lugar, es muy importante entrar dentro de nosotros mismos y centrarnos en dos aspectos: nuestra historia personal con sus luces y sombras, o sea cuáles son esos dos o tres momentos más significativos de mi vida, y al decir más significativos yo me refiero  a esos momentos donde hay más emoción ya sea porque son momentos muy felices o muy tristes, y al pensar en esos momentos, te vas a dar cuenta que esas situaciones tienen que ver con esa misión específica. No es casual que hayas pasado por esas situaciones justamente para prepararte a esa misión específica que tienes hoy.  Otro aspecto es tener en cuenta son los dones que tienes, o sea en qué eres bueno, y aquí cada uno recordará la Parábola de los talentos, que son habilidades, virtudes que debemos desarrollar en nuestra vida para multiplicarlos poniéndolos al servicio de los demás. También es importante pensar en lo que nos gusta hacer y una pregunta muy interesante que puedes hacer es pensar qué te gustaba hacer a mí antes cuando eras niño, cuando no tenías todas esas trabas mentales de la vergüenza, y de la culpa, pensar en qué era lo que naturalmente te gustaba hacer. Y a este respecto en importante entender que Dios no te va a poner un proyecto o misión que no te guste, primero te va a dar las habilidades y las ganas de llevarlo a cabo.

También podemos descubrir nuestro proyecto prestando atención a personas significativas de nuestra vida que no están ahí por casualidad, como amigos, consejeros, educadores, profesionales que admiramos, ellos nos van dando luces sobre lo que podríamos hacer en nuestra vida al contemplar lo que hacen y lo que les gusta. Y otra cosa a tener en cuenta, es que el proyecto de vida no es una carrera en sí, una profesión, o una ocupación. Es mucho más grande, incluye eso pero también nuestro estado de vida, si somos hijos, si somos padres, el lugar en qué vivimos con sus costumbres, los hobbies, las oportunidades que va apareciendo, todo esto irá dando un diferente matiz a nuestro proyecto. Yo no puedo decir que me voy a realizar solamente por aquello en lo que me desempeño laboralmente, porque hay mucho otros aspectos, como hija, como esposa, como madre. Hay diferentes llamados a vivir la santidad: la vida consagrada, el matrimonio, la soltería.  Todo eso tiene que ver con la misión específica que Dios nos da.

Pero también hay que tener en cuenta que la misión específica de acuerdo a las etapas de nuestra vida puede cambiar digamos la que yo tengo clara ahora no es la misma que yo tenía al cuarenta ni es la misma que yo tenía los  treinta, ni es la misma que tenían los veinte, o sea la misión en general es la misma, pero la específica va cambiando de acuerdo a las circunstancias de la vida así como nosotros también vamos cambiando.  La oración es importante en todo este camino de la vida porque nos ayuda a descubrir un poquito hacia dónde ir,  si tú le preguntas a Dios cuál es su voluntad para ti cómo tienes que específicamente cumplir eso para lo que ël te ha dado dones, ÉL te responderá quizá no mediante una voz audible pero sí mediante una convicción o monición interior, mediante una palabra de la Biblia en la que tus ojos se posen al abrirla o mediante algunas personas que Él ira poniendo en tu camino porque como dije antes, nada es casual.  En un retiro, por ejemplo, yo descubrí que la mía tenía que ver con la vocación de Isaías en el capítulo 40: “Consuela a mi pueblo dice el Señor, habla el corazón del hombre, dile que mi amor ha vencido” y eso es justamente lo que yo hago en el momento en que trato de ayudarte a desarrollarte como persona de manera integral desde la psicología y desde la fe. Y es que como dije al principio, eso que uno cree es lo que va a determinar su día de vida, cómo se va a levantar, las ganas que va a tener de levantarse, si se va a sentir bien o no, aquello de lo que uno se enamore lo cambiará todo. Eso lo decía el Padre Arrupe y aquí les voy a dejar este poema increíble para ver hasta que punto, nuestra pasión influye en nosotros.  Esta es la razón por la que muchas veces a quienes somos creyentes nos dicen que somos cerrados, no es que seamos cerrados, es que cuando conoció el verdadero amor de Dios, cuando se dejó tocar por ese amor, vive pensando en eso todo el día, no puede renunciar a lo que cree, no puedes renunciar a lo que es, no puede renunciar a lo que ama, a lo que le da sentido a su vida porque eso será tu brújula existencial, el norte de tu proyecto de vida.

¡Enamórate! Nada puede importar más que encontrar a Dios. Es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta. Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación, y acaba por ir dejando su huella en todo. Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama en la mañana, qué hacer con tus atardeceres, en qué empleas tus fines de semana, lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón, y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud. ¡Enamórate! ¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera. (Pedro Arrupe, SJ)

Comments


bottom of page