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El Mindfulness ayuda a controlar la Ansiedad

  • pgeovy
  • 22 jul 2024
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 25 jul 2024

Licenciada Analia Silvia Chioccarello Psicóloga (Argentina)

Psicóloga Positiva Digital (BePositive Argentina)

Colaboradora de la RED PSICÓLOGOS POSITIVOS DIGITALES “Cuenta Conmigo”



“Lo que hace que prenda el fuego es el espacio entre los troncos. Un espacio para respirar…. Demasiado de algo bueno, demasiados troncos apiñados, pueden sofocar las llamas del mismo modo que lo haría el agua. Por lo tanto, para preparar el fuego hemos de prestar tanta atención a los espacios entre medio como a la madera…Un fuego prende simplemente porque hay espacio para que la llama, que sabe cómo arder, encuentre su camino...” Judy Brown


En un mundo hiper conectado, cambiante y desafiante, en un mundo donde las personas reciben estímulos todo el día, que no cesan, ni siquiera cuando están dormidas, hace que las mismas vivan permanentemente en alerta tratando de discriminar aquellos estímulos que son importantes para su vida y de aquellos que son un mero pasatiempo. Esta situación las coloca en un estado de hipervigilancia, hiperestimulación y excitación, lo que pone a nuestro sistema nervioso a trabajar al límite, exponiéndonos así a situaciones que nos generan crisis de Ansiedad o a una Ansiedad difícil de controlar. Para trabajar esta problemática, hoy contamos con una herramienta muy importante llamada Mindfulness que significa “Atención Plena”. El origen del Mindfulness se encuentra en la meditación practicada desde hace aproximadamente 2.500 años en la Antigua India, a las llamadas Disciplinas Contemplativas Tradicionales. Dicha práctica estaba ligada a la religión y no tenía como objetivo mejorar la salud mental. Desde hace relativamente poco, la investigación científica ha comenzado a validarlos cambios funcionales y estructurales que esta práctica genera y los beneficios que la misma proporciona tal como; reducción del estrés y la ansiedad, aumento de empatía y habilidades sociales, reducción del dolor crónico, efectos comparable a los antidepresivos, mejora la presión sanguínea, incrementa la densidad de la materia gris, mejora la recuperación física y la regulación emocional, ayuda a equilibrar el sistema nervioso. En general, nuestra mente está orientada al futuro, a la planificación, y a la previsión de cosas que podrían llegar a pasar. Estos pensamientos pueden llegar a generar mucho “ruido mental”, el mismo puede acelerar nuestro pensamiento provocando distintas y diversas emociones y sentimientos como la angustia, ansiedad, tristeza, miedo, etc. Es importante poder gestionar nuestros estados emocionales, y tener este espacio de “atención plena” y entrenarlo para lograr reconectar con nosotros mismos y construir un refugio seguro donde recurrir en momentos de inestabilidad Es común que, ante la práctica de Mindfulness, se asocien ideas ligadas a preconceptos tales como • No me veo capaz de dejar mi mente en blanco • No puedo practicarlo todos los días • No tengo tiempo Como afirma el Profesor Davidson, “El objetivo realmente no es eliminar nuestros pensamientos, sino conseguir ser más consciente, y cambiar nuestra relación con nuestros pensamientos y sentimientos.


Todos tenemos en mayor y en menor medida desarrollada nuestra Inteligencia Emocional, pero poder regular nuestras emociones es una habilidad mucho más compleja, ya que las personas deben estar abiertas a registrar tantos los sentimientos positivos como los negativos, y reflexionar sobre los mismos para poder aprender de ellos. Este aprendizaje nos permite un mejor manejo de nuestro mundo intrapersonal e interpersonal y el Mindfulness es importante para ello. En primer lugar porque el Mindfulness busca que todas las personas atiendas todas sus experiencias tanto positivas como negativas, pero se centra fundamentalmente en fortalecer las experiencias positivas, en segundo lugar porque busca un modo de relacionarse con la experiencia basado en la aceptación de las mismas sin intentar modificarlas , sin juzgar, intentando sustituir experiencias positivas por negativas y por último, asume que los problemas deben ser abordados, y las intervenciones positivas hacen que los sentimientos negativos sean menos llamativos, urgentes e importantes.


A partir del desarrollo de las Neurociencias, las recientes tecnologías de escaneo cerebral y neurofeedback revelan que el mindfulness puede cambiar la comunicación e interacción entre diferentes regiones del cerebro, mejorar sus funciones e incluso crear nuevas neuronas (neurogénesis). Mientras que la práctica continuada de la atención plena permite que nuestro cerebro cambie -lo que los expertos han llamado neuroplasticidad-, un estilo de vida poco estimulante genera el efecto opuesto que conocemos como neurorigidez. Al trabajar con habilidades que todos poseemos, todos podemos vivir nuestra vida con mayor presencia, dedicación, claridad, actitud positiva y resiliencia, que es la capacidad de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. A partir de lo expuesta hasta aquí, parece demostrar que la práctica cotidiana de Mindfulness es un antídoto hacia las presiones del mundo moderno, de la sociedad actual, es una herramienta imprescindible para poder manejar nuestros niveles de estrés y ansiedad, puede ser practicada por cualquier persona, sin importar su sexo, edad, o situación social. Es recomendable también practicarla dentro del seño familiar, para que los niños puedan incorporarla naturalmente dentro de su vida cotidiana y que puedan recurrir a ella cuando lo deseen o lo necesiten.


Licenciada Analia Silvia Chioccarello Psicóloga (Argentina)

Psicóloga Positiva Digital (BePositive Argentina)

Título Superior Universitario en Educación Positiva - Método FORTE (Instituto Europeo de Psicología Positiva)

Título Superior Universitario Psicología Positiva Aplicada (Instituto Europeo de Psicología Positiva) Título Superior Universitario en Mindfulness y Gestión Emocional (Instituto Europeo de Psicología Positiva

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